
JUSTIFICACIÓN.
A nivel mundial, el uso del carbón como material gemológico no es una aplicación nueva. De hecho en el mundo antiguo el naturalista Plinio llamó al carbón utilizado en joyería como succinum nigrum, equiparándolo con el ámbar o succino.
San Isidoro en su obra: Las Etimologías, indica lo siguiente: “Gagates es una piedra hallada primeramente en Licia, Asia Menor (Turquía) que es arrojada a la orilla por el río Gagas, y de ahí le viene el nombre; hay muchas en Bretaña. Es una piedra negra, plana, suave, de color negro que arde aplicada al fuego; no se borran los escritos hechos con el barro de esta piedra; cuando está encendida hace huir a las serpientes, señala la presencia de los demoníacos y descubre la virginidad”. De la palabra Gagas derivó la palabra francesa jaiet y de ésta la inglesa jet. En español se le conoce como “Azabache” la cual es de origen árabe.
El azabache ha sido explotado desde hace miles de años, debido a su escasez y al intenso color negro que adquiere una vez pulimentado fue considerado una piedra semipreciosa y tuvo la consideración de sustancia mágica. Se ha encontrado Azabache en restos neolíticos, en túmulos y bajo dólmenes, en algunos de ellos se recuperaron más de cien cuentas de azabache lo que confirma que ésta madera fósil era una posesión de mucho valor al que atribuían un innegable carácter protector ya hace varios miles de años.
Las joyas de Azabache fueron muy apreciadas por los Egipcios, Fenicios, Etruscos, Romanos y los Vikingos. Aunque la pieza más antigua localizada hasta la fecha, y excepcional en el contexto europeo, es una cuenta de collar recuperada en las excavaciones arqueológicas de la cueva de Las Caldas (Oviedo), en un nivel de ocupación del Solutrense superior, cuya antigüedad se remonta a unos 19.000 años.
Pese a ser relativamente duro, es un material muy frágil, por lo que su extracción siempre ha sido artesanal, siendo de talla difícil cuando se intenta esculpir figuras con abundantes detalles y calados. Adquiere un brillo intenso cuando se pule y constituyó la base de la joyería popular de buena parte de la Península Ibérica. Fue labrado en forma de conchas e imágenes, símbolo de las peregrinaciones jacobeas. Es considerado como el talismán del Camino de Santiago, el protector del Peregrino. De azabache fueron los amuletos más utilizados por todas las clases sociales como defensa contra el mal de ojo y las malas energías.
En Colombia, el carbón ya ha sido utilizado en aplicaciones plásticas. En 1991, Artesanías de Colombia, Ecocarbón y Colciencias; impulsaron una nueva aplicación del carbón distinto a su uso en combustión.
La Idea del proyecto aquí considerado, pretende extender aún más el uso del carbón Colombiano generando una nueva oferta al consumidor de esta mística gema, abriendo las posibilidades tanto a los joyeros colombianos como a los consumidores.
A nivel mundial, el uso del carbón como material gemológico no es una aplicación nueva. De hecho en el mundo antiguo el naturalista Plinio llamó al carbón utilizado en joyería como succinum nigrum, equiparándolo con el ámbar o succino.
San Isidoro en su obra: Las Etimologías, indica lo siguiente: “Gagates es una piedra hallada primeramente en Licia, Asia Menor (Turquía) que es arrojada a la orilla por el río Gagas, y de ahí le viene el nombre; hay muchas en Bretaña. Es una piedra negra, plana, suave, de color negro que arde aplicada al fuego; no se borran los escritos hechos con el barro de esta piedra; cuando está encendida hace huir a las serpientes, señala la presencia de los demoníacos y descubre la virginidad”. De la palabra Gagas derivó la palabra francesa jaiet y de ésta la inglesa jet. En español se le conoce como “Azabache” la cual es de origen árabe.
El azabache ha sido explotado desde hace miles de años, debido a su escasez y al intenso color negro que adquiere una vez pulimentado fue considerado una piedra semipreciosa y tuvo la consideración de sustancia mágica. Se ha encontrado Azabache en restos neolíticos, en túmulos y bajo dólmenes, en algunos de ellos se recuperaron más de cien cuentas de azabache lo que confirma que ésta madera fósil era una posesión de mucho valor al que atribuían un innegable carácter protector ya hace varios miles de años.
Las joyas de Azabache fueron muy apreciadas por los Egipcios, Fenicios, Etruscos, Romanos y los Vikingos. Aunque la pieza más antigua localizada hasta la fecha, y excepcional en el contexto europeo, es una cuenta de collar recuperada en las excavaciones arqueológicas de la cueva de Las Caldas (Oviedo), en un nivel de ocupación del Solutrense superior, cuya antigüedad se remonta a unos 19.000 años.
Pese a ser relativamente duro, es un material muy frágil, por lo que su extracción siempre ha sido artesanal, siendo de talla difícil cuando se intenta esculpir figuras con abundantes detalles y calados. Adquiere un brillo intenso cuando se pule y constituyó la base de la joyería popular de buena parte de la Península Ibérica. Fue labrado en forma de conchas e imágenes, símbolo de las peregrinaciones jacobeas. Es considerado como el talismán del Camino de Santiago, el protector del Peregrino. De azabache fueron los amuletos más utilizados por todas las clases sociales como defensa contra el mal de ojo y las malas energías.
En Colombia, el carbón ya ha sido utilizado en aplicaciones plásticas. En 1991, Artesanías de Colombia, Ecocarbón y Colciencias; impulsaron una nueva aplicación del carbón distinto a su uso en combustión.
La Idea del proyecto aquí considerado, pretende extender aún más el uso del carbón Colombiano generando una nueva oferta al consumidor de esta mística gema, abriendo las posibilidades tanto a los joyeros colombianos como a los consumidores.
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